La era digital en la que vivimos hace que en los edificios, tanto comerciales como residenciales, haya un buen número de equipos electrónicos y como tal debemos asegurarnos de que estos puedan desarrollar el máximo desempeño con el que fueron fabricados.
Debemos tener en cuenta que los equipos electrónicos de hoy en día son cada vez más sofisticados, y los niveles de rendimiento, las velocidades de operación y las frecuencias requeridas están aumentando. Estos sistemas electrónicos más sofisticados utilizan dispositivos de estado sólido que, por su naturaleza, son más susceptibles a la Interferencia Electromagnética (EMI).
Por todo lo anterior es necesario que cuando se asignan los espacios y las trayectorias de la infraestructura de telecomunicaciones en los nuevos edificios nos hayamos asegurado de haber tenido en cuenta dos factores muy importantes:
· La Interferencia Electromagnética (EMI, por su sigla en inglés)
· La Compatibilidad Electromagnética (EMC, por su sigla en inglés).
Comencemos por definir estos dos términos:
* Interferencia Electromagnética (EMI) es la transferencia de energía electromagnética de un dispositivo o sistema a otro dispositivo o sistema que opera en el mismo entorno y que causa interferencia con su funcionamiento normal. El potencial de EMI aumenta cuando los dispositivos comparten un entorno electromagnético común y sus frecuencias de operación se superponen. Si operaran en un rango diferente del espectro electromagnético, se esperarían niveles más bajos de EMI entre ellos.
* La Compatibilidad Electromagnética (EMC) podemos definirla como la capacidad de un dispositivo, equipo, o sistema para funcionar correctamente en un entorno electromagnético sin introducir interferencias electromagnéticas significativas (EMI) en el entorno. Dicho en otras palabras, los equipos que generan interferencia electromagnética deben buscar la forma de convivir en un entorno sin afectarse uno a otro. Por lo general se busca que si en el entorno hay una interferencia que afecta a mi equipo, debo alejarlo de esa fuente, casos extremos habrá necesidad de crear un blindaje.
Los tres elementos esenciales para cualquier problema de EMC son:
a. La fuente de una EMI o transferencia de energía electromagnética entre una fuente interferente y un dispositivo o sistema susceptible.
b. El dispositivo o sistema susceptible que no puede funcionar como se diseñó, configuró o programó debido al evento de EMI.
c. Una ruta de acoplamiento que promueve la perturbación entre la fuente interferente y el dispositivo o sistema susceptible.
Una forma de mitigar los problemas de EMC es identificar los dos primeros y eliminando el tercero. El diseñador de la infraestructura soporte de telecomunicaciones deberá tomar precauciones en el diseño, la adquisición y la instalación para protegerse contra la Interferencia Electromagnética (EMI) y garantizar así las Compatibilidad Electromagnética (EMC).
NOTA: Las instalaciones de telecomunicaciones que experimentan fallas de funcionamiento y fallas a menudo tienen uno o más problemas en la alimentación eléctrica y el sistema de puesta a tierra.
Veamos ahora cuales son algunas de las fuentes externas de Interferencia Electromagnética (EMI) en un edificio:
• Líneas eléctricas de potencia
• Transformadores de potencia
• Motores de ascensores
• Balastos electrónicos
• Transmisores de radio
• Transceptores portátiles
• Equipos de rayos X
• Radar
• Teléfonos celulares
• Rayos
• Descargas electrostáticas (ESD)
• Motores de sistemas de aire (ventilación)
Conclusión:
La Compatibilidad Electromagnética (EMC) es un tema relevante exigido hoy en día tanto en estándares internacionales como en reglamentos a nivel local (RITEL CRC 5405 - Colombia) que deberá ser tenido en cuenta desde el diseño arquitectónico esquemático (SD), en el momento de asignación de espacios y trayectorias de ductos y canalizaciones para la infraestructura de telecomunicaciones.
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